Después de 17 años de caminar juntos, podemos decir que el tiempo de Dios es perfecto.
Dar color y vida a nuestros 17 años juntos no ha sido tarea fácil. Si nos preguntan ¿cómo lo logramos? no sabríamos responder, cuál es la fórmula. Sólo sabemos que, fue necesario desaprender, reaprender y descubrir otros caminos que nos lleven al mismo objetivo proyectado.
De cuando en cuando disfrutamos conversar sobre cómo inició todo. Recordar aquellas épocas en que cargábamos grandes mochilas llenas de sueños, ilusiones y muchas ganas de emprender nuevos horizontes.
Un mes de mayo, Trujillo y Huanchaco fueron testigos de nuestros primeros pasos juntos y años después Brasil se convierte en nuestra gran aventura, una estadía que permitió fortalecer nuestros lazos y expandir nuestras mentes hacia otras dimensiones.
Tener la oportunidad de conocernos muy jóvenes y ser testigos de la construcción de nuestro camino con esfuerzo y perseverancia ha sido el mejor ingrediente para admirar y valorar lo que, hasta ahora, hemos conseguido. Celebrar nuestros aciertos y aprender de nuestros errores ha sido tan esencial como el propio afecto y cariño cotidiano.
Decidimos casarnos en uno de nuestros viajes más planeado, y porque no, el más soñado.
Aventurarnos constantemente a conquistar nuevos lugares fue enriquecedor para valorar aún más nuestra compañía, para conocernos y sobre todo para continuar trabajando por nuestros ideales.
Hoy volvemos a nuestro querido Trujillo y amado Huanchaco con la alegría de convertirlos, nuevamente, en escenarios testigos de nuestro amor, compromiso y celebración de nuestra boda.
Sentimos mucha ilusión por esta nueva etapa que se avecina y estamos muy contentos por darnos la oportunidad de compartir con las personas que en varios momentos de nuestras vidas nos dieron; un consejo, un empuje, una palabra, una sonrisa: Nuestros padres, hermanos, familiares y amigos. Algunos de ellos nos acompañan desde un lindo cielo azul, físicamente no se encuentran ya con nosotros, sin embargo, los sentimos siempre en nuestros corazones.
Muchos años han pasado desde que nos conocimos y para nosotros el tiempo ha sido el mejor aliado para encontrar el momento perfecto.
Definitivamente, no podemos predecir que nos depara más adelante, pero si podemos afirmar que esta primera y última vez será para siempre.
FAMILIA
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Papá
Wilton Eder
López Miñano
Mamá
Luz Adelina
Sánchez Gonzales
Hermano
Jonah Breyder
López Sánchez
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